viernes, 14 de noviembre de 2008

Semana de dieta... hipercalórica


Pues sí, ya de regreso de Pamplona y con la sensación de que no he llegado a cogerle el gustillo esta vez.

Como ya os he dicho, es la tercera vez que he estado allí, pero esta vez ha sido demasiado breve. Llegar una tarde y volver la siguiente. Aún así he tenido tiempo de volver a los distintos bares que ya tengo dentro de mi GPS mental: Gaucho, Otano, Estafeta o Sarriá.

El recorrido sanferminero fue breve. Muy breve. Duró justo lo que tardamos en encontrar el siguiente bar.

Antecedentes: Claro, no todo el mundo disfruta haciendo el mismo tipo de turismo (de paseo, etc.) y mis acompañantes salieron del hotel a las 19.30 como si no hubieran comido en 2 meses... y las recetas de los pintxos variaban desde lo más simple a lo más sofisticado (desde una buena dosis de chistorra a un crujiente de setas con foie).

Resultado: a las 20.30 ya llevábamos el estómago completo de pintxos y más pintxos y más pintxos... bueno, y rioja...

De todos modos esto tuvo un efecto secundario positivo a mi entender: después de todo un día de viaje, no teníamos el cuerpo para jotas, así que terminamos pronto de cenar y tanto mis dos acompañantes como yo mismo sufrimos una caída repentina de párpados que nos obligó a refugiarnos en el hotel bien pronto.

Al día siguiente, reunión de trabajo en Oricain. Un nuevo polígono industrial pequeñito frente a un nuevo túnel que lo une con Pamplona en pocos minutos. El paisaje era típico de fondo de escritorio de ordenador, así que mientras la gente hablaba y hablaba, yo miraba a través de la ventana. Eso sí, de vez en cuando para no demostrar demasiado que estaba en thinking mode off, me vi obligado a hacer comentarios del tipo: "bueno, eso tendríamos que analizarlo con más detalle...". Sólo espero no haber dicho esa frase tras algún comentario del tipo: "¿queréis un café o algo?"

De regreso al hotel para recoger los trastos, hicimos una nueva escapada a Gaucho y Sarriá. Unos pocos pintxos después, estábamos subidos en el tren y con un sueño plácido de siesta... (¿por los riojas?, quizá)

Así da gusto trabajar. ¿Cuándo volvemos?

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