lunes, 13 de mayo de 2013

Gachamirunning

Hola amigos,

Hace tiempo que no escribo en este blog, por lo que he pensado que sería buena idea recuperarlo para lo que a continuación os explico.

Tras la creación "informal" de un grupo de amigos aficionados a las carreras y a la buena comida, he pensado que estaría bien crear un blog para contaros algunas de nuestras hazañas deportivo-culinarias.

Hace unas semanas, un grupo de amigos, más concretamente 3 personas, decidimos que ya que salíamos a hacer deporte (correr), podríamos hacerlo no por el placer que nos produce el ejercicio en sí, sino por la búsqueda de una recompensa posterior que nos anime a proponer retos cada vez más complicados.

Por ello, organizamos un evento al que denominamos I Gachamirunning.

El número de inscripciones para esta prueba ha sido realmente bajo (sólo los 3 organizadores), pero no queremos que crezca de manera desmedida. Como mucho estamos dispuestos a admitir a un par más de corredores y a dos conductores de apoyo.

Por contaros en qué consistió el I Gachamirunning, empezaré diciendo que el nombre ya es suficientemente revelador: corríamos para alcanzar una recompensa culinaria, que en este caso consistió en una gachamiga.

Para poder acceder a tan preciado manjar, debíamos superar una prueba de dificultad media: correr 14,5 km de montaña, justo la distancia que separa nuestra ciudad (Elda), de la población de Salinas, donde se encuentra en restaurante donde estaba encargado el almuerzo.

El recorrido es éste:

El tiempo invertido para la proeza, teniendo en cuenta que 10 de los 14,5 km eran en subida, fue de 1 hora y 24 minutos, con lo que nos salía una media "relajada" de 6 minutos el km.

Una vez en nuestro destino, y tras la llegada de nuestro coche de apoyo, procedimos a degustar este plato (gachamiga):


Como el esfuerzo nos dejó hambrientos, también pensamos en combinar este plato con un buen postre:


La experiencia fue tan positiva que ya estamos preparando una segunda edición del Gachamirunning y pensando en varias fórmulas similares. La que tiene mayores visos de salir adelante es el I Chuletirunning, que como su nombre indica estará centrado en el cordero y sus derivados.

Permaneced atentos a próximas informaciones para saber cuándo y qué recorrido será coronado por ese nuevo manjar.

viernes, 26 de marzo de 2010

Cultura culta

Hacía tiempo que no veía algo de este calibre, así que cuando he tropezado con ello (en realidad me lo ha "prestado" una compi de curro - gracias Ana), no me he podido resistir a la tentación de ponerlo.

Ana dice que "quien no sabe la diferencia entre 'haber' y 'a ver', no merece bibir". Un poco tremendista ella, pero ya se sabe, quien procede de Harvarcete...

La verdad es que el autor material e intelectual de la cagada que se muestra en la foto merece el sillón G de la Real Academia de la Lengua. Más que nada lo digo porque ¿qué le costaba leer cómo estaba escrita la palabra en la caja que tiene justo detrás de su magna obra de arte?

En fin, seguro que se dió cuenta del error, pero imbuid@ por el tan reconocido espíritu de sacrificio del trabajador español, decidió dejarlo tal cual. Total, ¿quién se va a dar cuenta?

Sin más preámbulos, disfrutad del espectáculo.

lunes, 8 de marzo de 2010

Vaya horas!!!



Es lo que hay. Es lunes, son las 23.30 de la noche y sigo delante del ordenador.


Es evidente que lo que Illich llama "trabajo sombra", cada vez ocupa más porción de mi tiempo "libre". Por si a alguien le interesa, el tiempo de trabajo sombra es ése que dedicamos a tareas relacionadas con el trabajo, pero que no nos son remuneradas ni reconocidas de ningún modo. Por ejemplo, cuando conducimos de camino al trabajo o de regreso a casa, pasamos un buen puñado de minutos (horas) que nadie nos paga porque "no son de nuestro trabajo", pero tampoco son nuestro tiempo libre.


No hay nada como comenzar una nueva semana, habiendo tenido que currar sábado y domingo, y además rematando el lunes casi a las 12 de la noche. Vamos de Guatemala a Guatepeor y no tiene pinta de escampar.


Los "veteranos" porque tenemos que dar ejemplo. Los jóvenes, porque se tienen que ganar el puesto... En resumen, que mejor dejar el temita porque me enciendo, me enciendo y termino saliendo a la calle a quemar contenedores yo solito...


Bueno, parece que ya se ha enviado el maldito correo electrónico que me faltaba para poder apagar el ordenador e ir a mi habitación a leerme las clases del jueves. Esto de ser un pluriempleado es una mierda!!!!!!


De cualquier forma, buena semana camaradas...

jueves, 4 de marzo de 2010

¡A dios pongo por testigo...!



Bueno, pues eso, después de ya ni sé el tiempo queriendo dedicarle unos minutillos a esto del blog, en este preciso instante, ¡¡¡a dios pongo por testigo que escribiré nuevamente de manera algo más frecuente!!!

La verdad es que esto de ser un adulto responsable (con enano incluido) me está limitando el tiempo, no ya libre, sino que directamente el tiempo.

Si a mi heredero (que el pobre es el que menos tiempo me quita), le sumo mi condición de, como diría André Gorz, miembro de la élite afortunada que dispone de un trabajo (en mi caso, soy doblemente afortunado porque no tengo uno, sino dos), me encuentro con que no tengo tiempo ni para ponerme enfermo.

Pero en fin, no voy ahora a soltar quejas y más quejas aquí. El blog es para otras cosas. Para divertirme. Así que aprovechando mi propósito "de año nuevo" (ups, estamos a 4 de marzo... igual llega tarde), quiero declarar a los vientos cuáles son mis propósitos para este año 2009 (ups, ya estamos en el 2010). Ahí van:
  • A dios pongo por testigo que nunca más comeré lentejas justo antes de clase (o de una reunión)
  • A dios pongo por testigo que nunca más volveré a hacer un chiste sobre algún colectivo sin haber comprobado previamente si hay presente algún miembro del mismo
  • A dios pongo por testigo que nunca volveré a ponerme esa camiseta (por supuesto, mi favorita) que hace 15 años que dejó de venirme bien
  • A dios pongo por testigo que la próxima vez que me pierda en una ciudad preguntaré al primero que vea
  • A dios pongo por testigo que ... (continuará)

martes, 3 de noviembre de 2009

Menú colesterol


Tras meses de silencio, he decidido retomar mi actividad bloguera. No sé por cuánto tiempo podré continuar con esta labor de introspección y de posterior proyección al exterior, pero intentaré dejarme caer por aquí de vez en cuando para contar cosillas.

Dado que hace tiempo que no incluyo ninguna reseña sobre gastronomía (ni sobre ninguna otra, jejeje), he pensado compartir con vosotros mi última experiencia hipercolesterolémica, a la vez que aprovecho para comentar el choque cultural que se produce en un levantino al viajar 120 km. hacia el interior.

El pasado domingo 1 de noviembre, como es tradición, acudimos a rendir homenaje a los familiares que ya no están con nosotros. En mi familia (biológica) no es habitual este tipo de concentraciones-reuniones. Sin embargo, en mi otra familia (la política), sí lo son, así que nos desplazamos hasta el muy ilustre municipio albaceteño de Pozo Cañada para tal fin y para dar paso, con posterioridad, a la celebración de las I Jornadas Gastronómico-Colesterolémicas de la familia.

Así fue como, llegados al restaurante en Chinchilla, (municipio que tan simpáticas rimas ha inspirado), mi suegro asumió el papel de patriarca de los 14 comensales que allí nos concentrábamos y comenzó a encargar las viandas. Más o menos reproduzco a continuación el menú, y digo más o menos, porque llegado un punto de saturación en la ingesta de cerdo, ya todo me parecía lo mismo y no sabría distinguir ni identificar qué estaba engullendo:

  • Aperitivos: cortezas de cerdo, rabo de cerdo, chusmarro

  • Primer plato: sopa cubierta (con jamón y pollo)

  • Segundo plato: parrillada (guarras, chorizos, morcillas, tajadas de cerdo, lomo adobado, etc.)

  • Postre: pan de Calatrava, tarta de chocolate, tarta de queso, tocino de cielo, etc.
Creo que en estos momentos no soy capaz de recordar todos los aperitivos, porque en aquel momento me parecieron muchos más. Tantos que creí que estaba a punto de salirme la grasa por las orejas...

En fin, tras un menú para campeones, lo mejor que pudimos hacer fue, para bajar ese banquete, subirnos al coche y volver a casa.

En resudmidas cuentas, hay un antes y un después en mi persona: antes pesaba 84 kilos; ahora peso mucho másssssssssss.

Y si queréis saber qué es el chusmarro, pues aquí va una foto...