De hecho, no sólo yo me estoy adelantando a felicitarla. En mi empresa nos hemos adelantado al Corte Inglés y llevamos ya una semana rodeados de Papás Noel, ciervos, renos, bolonchos, árbol, lucecitas y comiendo turrón, bombones, polvorones y bebiendo mistela (¡hip!).
Incluso hicimos un acto oficial de "encendido de la iluminación del árbol". Cogí la botella de mistela, una cucharilla de café y... ¡¡¡venga villancico p'acá, venga villancico p'allá!!! jejeje
Imagino que en casa también daremos por iniciada oficialmente la navidad este fin de semana cuando saquemos del trastero la decoración navideña que, en nuestro caso, es más bien escasa.
Otro síntoma de la cercanía de las fiestas navideñas se refleja en la apretada agenda de cenas, comidas, sobremesas, etc. que tenemos. La semana pasada ya tuve una cena. Ya estamos preparando la comida oficial de navidad en la que nos juntamos (esta vez con esposas) por si durante las fiestas no podemos vernos por nuestros compromisos familiares.
En esta comida de amigos solemos hacer el amigo invisible. Hace unos años, los regalos eran "normales". El año pasado se produjo un cambio, fue comida temática: sólo se podía hacer regalos adquiridos en un sexshop.
Tal fue el éxito del evento que este año se ha ampliado el calendario de festejos previos a la comida, incluyendo una agradable tarde de tapersex programada para mañana.
En fin, que no sé muy bien qué nos presentarán ni qué compraré, pero a mi amiga invisible (¡ups!, se me ha escapado el género de mi amig@ invisible) no podré sorprenderla. Si todos estamos en esa reunión, no habrá misterio a la hora de conocer quién ha regalado a quién.