miércoles, 1 de julio de 2009

15 días después


No, no. No me he olvidado del blog. Simplemente el trabajo me desborda y finalmente debo abandonar aquello que es menos urgente (aunque no menos importante).

Además, cuando no tienes tiempo ni para respirar, tampoco tienes mucho que contar. Pero he decidido levantar la cabeza del teclado y de los papeles para contar una experiencia inolvidable vivida el pasado fin de semana.

Entre mis muchas aficiones, no está la de llevarme el trabajo a casa. Y menos aún un fin de semana. Pero este pasado fin de semana hice una excepción. El trabajo consistía en hacer un mystery shopping en un hotel de una afamada ciudad turística del levante español.

Ha sido toda una experiencia. Vamos, creo que a lo largo de mi vida me habré alojado en un montón de hoteles. Por suerte he viajado mucho por placer, pero también por trabajo, así que he visto hoteles de todas las categorías y de todos los tipos. El de este fin de semana me ha sorprendido. Entre otras cosas por estar casi por completo ocupado por jubilados...

Allí que llegamos mi mujer, mi hijo de casi 5 meses y yo y nos encontramos rodeados de 250.000 abuelos/abuelas... En el ascensor: "yo tengo un nieto de la misma edad". En el comedor: "pues mi nieta cuando nació también tenía esa sonrisa...".

Ha sido todo muy entrañable... a la vez que la dieta ha sido muy... anticolesterol!!!! jejeje

Ta luego