jueves, 28 de mayo de 2009

Capuccao

Para que después digan que me gusta hacer mezclas extrañas con las comidas o las bebidas...

Hoy, en la oficina, una compañera, a la hora del café, se ha dirigido hacia el frigorífico, ha sacado la botella de la leche y se ha llenado un buen vaso. Acto seguido lo ha metido en el microondas y al sacarlo le ha añadido polvos mágicos de capuccino (que ya lleva la leche incluída!!!) porque así "está más bueno".

Posteriormente, para llevar algo más lejos las excentricidades, ha abierto el bote de Colacao y le ha añadido una buena cucharada al ya de por sí espeso contenido del vaso.

Mi sorpresa no ha terminado ahí, puesto que a continuación ha sacado el bote de café soluble y le ha añadido un par de cucharadas, justificando tal barbaridad en el hecho de que tenía mucho sueño.

Una vez ha terminado de remover (no sin cierta dificultad) todo ese batiburrillo, contenta y orgullosa ha bautizado el mejunje como CAPUCCAO. Nótese que se escribe con doble c para diferenciarse de Capucao, región de las Islas Filipinas (mezclar aquí las islas, ya sería demasiado).
Lo mejor de todo es que se lo ha tomado sin inmutarse. Sólo ella sabrá qué efectos (laxantes o no) puede tener esa pócima en el cuerpo humano.

Mis respetos a quien se juega la vida a diario tomándose semejante ponzoña a diario.

2 comentarios:

kOs dijo...

jajaja y tan feliz seguro

El Protegido dijo...

Como oyes!!!

Lo mejor de todo es que no es fruto de la casualidad. Hoy mismo se ha preparado la misma pócima...