lunes, 1 de diciembre de 2008

Nos ha mirado un tuerto


Este fin de semana me he sentido como Tom Hanks y Lola como Shelley Long en Esta casa es una ruina.


Por acotar temporalmente los hechos sin irnos demasiado atrás, desde el sábado hasta ayer por la noche se han producido una serie de "casualidades" en nuestro dulce hogar que lo han convertido en algo más "agridulce".

Desde intensos aromas de origen no identificado hasta explosiones y levantamiento de azulejos, pasando por graciosos con ganas de decorar con polvo de extintor la portería del edificio. Todo un amplio catálogo de acontecimientos que hicieron que ayer a las 18:00, con 5ºC en la calle, no tuvieramos ningún interés en regresar al calor del hogar. (¿Para qué?, ¿para ver cómo se rompe otra cosa?). Otro fin de semana como éste y empezamos a buscar nueva casa.

Me he quedado sin palabras y sin ánimo. Otro día escribiré más.

No hay comentarios: