viernes, 5 de diciembre de 2008

Fin de semana vinícola


Quién me iba a decir a mí hace unos años que iba a dejar pasar la oportunidad de hacer una escapada un fin de semana largo como éste. ¡Qué digo unos años! ¡El año pasado!

En fin, será la crisis. No sé si financiera, económica o la de los casi 36 años. Imaginaos que el único plan que tengo ya hecho es ir a donar sangre el lunes... (por supuesto, obligado por Lola, que si no...).

De todas formas, después de todo lo sucedido a mi alrededor en los últimos 2 meses, un fin de semana largo de no hacer gran cosa también lo voy a agradecer.

He estado buscando en Internet alguna receta del famoso Glühwine (vino caliente para los pobres mortales españoles que no sabemos alemán) para hacer algo distinto este fin de semana. Sólo he encontrado 198.000 entradas relacionadas con esta magnífica receta. Se prepara en prácticamente todos los países de Europa (y del mundo mundial), pero en España no es muy habitual.

El año pasado lo probamos en una escapadita (precisamente por estas fechas) a Berlín. Está muy dulce y con sabor a canela, pero cumple su papel a la perfección: hacerte entrar en calor. De hecho, la cumple tan bien que a la segunda taza (¡¡nada de copas, eso es de nenazas!!) ya tienes incluso demasiado calor.

Creo que emplearé la variante más cómoda y accesible. Nada de añadir agua con frutas ni coñas de esas. Eso sería una sangría caliente y mal hecha. Sólo vino, azúcar, canela, clavo y calentarlo todo hasta que haga espuma antes de hervir (si hierve pierde el alcohol y a fin de cuentas, esto también tiene como objetivo la sedación no agresiva del individuo, ¿no?).

Espero que venga alguien "de apoyo" porque Lola, en su estado, no puede tomar alcohol y yo, aunque no tengo reparos en ventilarme una botella yo solo...

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