Non vedo, non sento, non parlo

¡¡¡Uff!!! Cuatro días fuera de casa y como si hubiera pasado una eternidad... Llegas al trabajo y el correo electrónico está lleno y no sólo de spam, el buzón pide a gritos que alguien le alivie la carga...

Ayer regresé de la aventura siciliana. Aunque la verdadera aventura empezó en el aeropuerto a la hora de regresar. De la noche a la mañana, mi vuelo, comprado en agencia de viajes, ¡¡¡DESAPARECIÓ!!! Me contaron no sé qué monserga sobre cambio de horario de verano a horario de invierno. Vale, ¿y eso no lo tienen previsto previamente para no vender billetes de los vuelos que se suprimen?

En fin, al final en vez de un tranquilo viaje con una sola escala, se convirtió en una odisea de varios enlaces y llegar a casa 7 horas después de lo previsto.

Salvo ese "pequeño incidente", el viaje fue fantástico. Pude comprobar que los sicilianos se ríen bastante del tabú "mafia", aunque en más de una ocasión me pareció estar sentado al lado de Don Vito. El ejemplo es que había recuerdos turísticos de camisetas con dibujos de lo más variado (sicilianos con escopeta, monos, mujeres en bikini, etc.) con el lema de todo siciliano: "non vedo, non sento, non parlo" (no veo, no oigo, no hablo).

Otra cosa que pude comprobar es que la fama de malos conductores de los italianos en general, y de los sicilianos en particular, es del todo inmerecida. No son malos conductores. ¡¡¡Lo que les pasa es que no tienen ni pu... idea de conducir!!!!

Joer que manera de provocar infartos a la gente. Nadie respeta los cruces, las rotondas, los semáforos. ¿Carriles? ¿Qué carriles? Al principio no entendí el motivo por el que muchos coches llevaban los retrovisores replegados. A los 10 minutos de estar allí, lo tuve claro: o los llevas así o los llevas rotos porque la gente te adelanta a 5 centímetros de tu coche. Lo que para nosotros es un carril estrechito, para ellos es una amplia avenida de 4 carriles...

Pero bueno, a pesar de todo eso, lo que nos dió tiempo de recorrer es precioso. Naturaleza, historia, ciudad, ... Lástima no haber tenido más días para recorrer la isla entera. Eso se queda pendiente para otra escapada.