jueves, 30 de octubre de 2008

Joer con los yankees

Nuevo proyecto: parques de atracciones en Europa del Este. Incipiente y creciente (y un montón de cosas más que terminan en "ente") llegada de turistas extranjeros.

Modelo a imitar: ¡cómo no!, el americano. Ellos lo inventaron y el resto del mundo los plagia con mayor o menor originalidad.

Parece que todo aquello que viene de United States of America (que sólo el nombre ya es pedante por adjudicarse el topónimo del continente para sí mismo), tiene que ser bueno: Coca-Cola, McDonalds, Pizza Hut, Subprime mortgages, ejem, perdón esta última se me ha colado.

En fin, que como siempre, los principales despachos de arquitectos especializados en el diseño de parques de atracciones son americanos (¡fíjate tú qué agradable coincidencia!).

He buscado información sobre la estructura básica que tiene uno de esos centros de ocio (aparcamiento gigante, atracciones para adultos, para niños, áreas de descanso-restauración, tiendas, más tiendas, unas pocas más tiendas, etc.).

Después de analizar esas estructuras, por un momento se me ha llegado a pasar por la cabeza que estos lugares no están hechos para que la familia disfrute de un día de ocio, sino para que consumas, compres, sigas consumiendo y sigas comprando. Ya sé, ya sé. Eso no es posible. Mi programado cerebro me ha dicho que eso no es así y yo, le he creído.

Como me suele ocurrir en las numerosas ocasiones en las que busco información sobre algún país o sector, me he tropezado con una fotografía curiosa de uno de esos centros de ocio, ubicado en Orlando. El chiringuito se llama Wonderworks y te organiza lo mismo un cumpleaños infantil que un programa educativo o un evento para empresa (que qué's lo que tengo, que tengo de tó).

A ver si sois capaces de encontrar dónde está lo curioso del tinglado que tienen montado estos payos.


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