miércoles, 22 de octubre de 2008

Intimidad

Zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia.

A todos nos gusta conservar la nuestra. Pero de vez en cuando, dada nuestra reducida capacidad de empatía, entramos como elefante en cacharrería en la intimidad de los demás.

En las noticias de ayer encontramos un ejemplo claro. La canciller alemana se queja de "los achuchones" de Sarkozy en sus encuentros. Una forma habitual de invasión de la intimidad, del espacio vital mínimo. Posteriormente ha habido desmentido desde el gobierno alemán, dando como explicación, que a Angela Merkel no le importó que Barack Obama la abrazara efusivamente en su visita a Alemania.

Eso puede decir 2 cosas:
  • que a esta tía le pone Obama, pero Sarkozy le da repelús (cosa bastante comprensible), o
  • que "ancha es Castilla" y a partir de ahora se abre la veda a ver quién es el primer presidente europeo que le da un pellizco en las nalgas a Merkel.

Aplicado al ámbito personal, me he dado cuenta de que soy algo así como Wilson en Un chapuzas en casa (Home improvement). O sea, el tipo que nunca aparece ni en su propio blog.


No obstante, para continuar alimentando el mito, y de paso, continuar preservando mi intimidad, os doy una de mis más recientes fotografías para que podáis reconocerme siempre que me encuentre en un bar bebiendo un tanque de cerveza.


Si no es en esta misma situación, difícilmente me reconoceréis, aunque siempre es una pista interesante el saber que allá donde haya un grifo de cerveza, estaré yo.

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